Tuvimos que esperar que se pusiera fuerte y una vez que ya estaba listo para dejar a sus hermanitos, comenzó el camino hacia su nueva familia

Cada perro tiene sus propios gustos y “manías”, aunque hayamos tenido otros peludines anteriormente es aconsejable tomarnos nuestro tiempo en observar y aprender de nuestro nuevo compañero:

qué cosas le gustan, cuáles le ponen nervioso, qué juguetes le divierten más, dónde prefiere que le rasquen y dónde le incomoda, etc. Sus señales comunicativas son amplias y variadas, es cuestión de prestar atención. Cuando el animal pida cariño podemos dárselo, pero en caso contrario tenemos que darle tiempo y no agobiarlo.

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