De aspecto furioso, es perezoso y ronca, no son las características que uno espera encontrar en el «compañero ideal». Con su inconfundible encanto, su sentido del humor y su forma de ser agradable y algo torpe, el bulldog inglés no tarda en conquistar el corazón de las personas.
«El bulldog se caracteriza por ser afable, algo flemático, pero únicamente si no sucede nada que despierte sus pasiones latentes. En ello reside una contradicción manifiesta, que no puede describirse más que como una coexistencia de la pasión y la flema. Cuando brotan sus pasiones, al igual que cuando lo hacen sus deseos, detrás se esconde una inmensa perseverancia».